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Cuando pensamos en bienestar, generalmente lo hacemos en términos de salud física: como nutrición, ejercicio o control de peso, pero en realidad es más que eso, porque somos más que un cuerpo físico.
El concepto de bienestar tiene que ver con las actitudes y comportamientos que mejoran nuestra calidad de vida en todas sus dimensiones, y con dimensiones nos referimos a las 5 dimensiones de la salud: física, mental, emocional, social y espiritual.
Entonces, el bienestar deseado se obtiene mediante hábitos saludables que resultan en una adecuada adaptación e integración de estas dimensiones.
Dimensiones de la Salud
Por ahora, vamos a definirlas en términos generales; ya después, en otros artículos, trataremos cada una de manera específica.
Dimensión Física
Se caracteriza por el funcionamiento eficiente del cuerpo, resistencia a enfermedades, la capacidad física de responder apropiadamente a una diversidad de eventos. En muchas situaciones, la dimensión física puede ser la más valorada.
Dimensión Mental
Representa la capacidad de aprender y poseer habilidades intelectuales. Procesar información y actuar con base en ella. Clarificar valores y creencias. Ejecutar la capacidad de tomar decisiones bien pensadas y entender las ideas nuevas.
Dimensión Social
Se refiere a la habilidad de interaccionar bien con la gente y el ambiente, habiendo satisfecho las relaciones interpersonales. Aquellos que poseen un apropiado bienestar social pueden integrarse efectivamente en su medio social. Se caracteriza por buenas relaciones con otros, una cultura de apoyo y capacidad de adaptación al entorno.
Dimensión Emocional
Representa la habilidad de controlar las emociones. Incluye la capacidad para controlar efectivamente el estrés negativo, el ser flexible y el compromiso para resolver conflictos. La gente que consistentemente trata de mejorar su bienestar emocional tiende a disfrutar mejor la vida.
Dimensión Espiritual
Esta podría ser una de las más importantes, puesto que es la base para que los demás componentes puedan funcionar adecuadamente. Implica la creencia en una fuerza o entidad suprema; para algunos, dicha fuerza será la naturaleza, para otros serán las leyes científicas y para muchos más será la fuerza divina de Dios. También, representa la habilidad para descubrir y articular un propósito personal de vida. Se relaciona con aprender a cómo experimentar el amor, el disfrute, la paz y el sentido de logro o la autorrealización. Las personas con un óptimo bienestar espiritual continuamente intentan ayudar a otros para que alcancen su potencial máximo.
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